Desconfiaba de todos, e incluso de sí misma; solo a él le confiaba su amor, sus lágrimas, el suave sonido de su voz al sospirar.
¿Y cómo pudo, este bufón, poco a poco ilusionarla? No se alejen, ¡no teman! No es una historia de fantasmas. La encandiló con palabras, sin demonios ni hechizos. Tampoco hubo alhajas ni batallas. No hubiere música, puesto que él no tocaba, no hubiere canto, puesto que él no cantaba. Solo hubiere palabras, ¡miles de ellas!, ideas ¡unos cuántos miles más! Corrían, huían, se escapaban de su boca y mente. Como loco sonreía, en una mueca demente, cada vez que pensaba en ella.
¡No se alejen! Este personaje no es grotesco, tampoco ha de causarles temor. Débesles de causar compasión, porque este hombre estaba enfermo, estaba enfermo de amor.
No crean, ilusos, que la 'dama' corría mejor fortuna, pues a ella le faltaba el sueño y la hambruna, y no dejaba de sospirar. Paseando por jardines, en ayunas, sin descanso, sin fuerza, solo con el consuelo de a su amado poder algún día abrazar. Habíale abandonado el llanto días atrás, cuando conservaba algo de su persona, cuando aún los brazos al cielo alzaba, gritando 'Te quiero' hasta que se quedaba sin voz.
¿Qué hacemos, qué hacemos? ¿Cómo lo podemos solucionar? Un destello de rebeldía existencial se asomó tras sus ojos, estaba hasta de sufrir, de los latidos lentos y quedos. Necesitaba verle, acelerar el bombeo de sus sangre, abrir los ojos, ¡No, darles brillo! Quería acariciarle, quería....
¡Basta de pensamientos idiotas, que empiece la acción! Pensó mientras cogía un carruaje. Con una mano dijo adiós, con la otra hizo un gesto
¿Y qué pasó luego? Lo siento amigos, por desgracia o por agrado, esta historia no ha terminado, sigue vigente hoy en día y esperemos que dure unos años más. Durante la eternidad.
¿Moraleja? Si el 'destino' separa el amor une, ¿quién sabe si no es el destino una vida feliz y juntos, a pesar de las dificultades y distancia? Pero... ¿qué es la vida sin dificultad?
